Historia

En la década del 40, el Dr. Leo Kanner (en EE.UU) describe un grupo de niños cuyos rasgos característicos eran la intolerancia a soportar la realidad y dificultades en el comportamiento social generando un aislamiento del mundo exterior y rechazo al contacto con los otros.

Sus observaciones se pueden resumir en los siguientes puntos:

  • Muestran deficiencias para relacionarse con otras personas y una soledad extrema, denominada “soledad autista”.
  • El niño fracasa en asumir posturas anticipatorias cuando se le va a levantar en brazos.
  • Se registran problemas en el habla: algunos de los examinados son mudos, otros presentan ecolalias, falta de inversión de pronombres. Se observa literalidad en la comprensión del lenguaje.
  • El niño posee un deseo excesivo y angustiante por la ausencia de cambios.
  • Hay una limitación de la variedad de la actividad espontánea.
  • El niño reacciona ante intrusiones externas (comidas, ruidos).
  • Se interesa en los objetos y toma a las personas como objetos fragmentados.
  • Se registra una excelente capacidad de memoria.

El Dr. Hans Asperger (Austria) en la misma época y sin conocer el trabajo de Kanner, describe rasgos parecidos en otro grupo de niños que estudia.

De sus investigaciones podemos destacar:

  • Una peculiaridad en la mirada: no establecen contacto ocular….parecen abarcar las cosas con breves miradas periféricas.
  • Gestos y expresiones faciales pobres.
  • Movimientos estereotipados que no expresan significados.
  • El uso del lenguaje siempre parece anormal, poco natural.
  • Los niños siguen por completo sus propios impulsos, con independencia de las exigencias del medio.
  • Tiene áreas de interés aisladas.
  • Hay creaciones originales de palabras.

Según el DSM IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) el autismo está integrado a la categoría de trastorno, reduciendo la causalidad a alteraciones orgánicas, poniendo la atención en el déficit y en consecuencia una idea de tratamiento que atienda las áreas afectadas y/o en la farmacología como alivio de los síntomas.

Principales síntomas

  • Las manifestaciones comienzan antes de los 3 años de edad.
  • Movimientos repetitivos: Estereotipias.
  • Intereses restrictivos.
  • Rituales.
  • Ausencia de juego simbólico.
  • Desinterés o rechazo al contacto con los otros.
  • Dificultades para establecer contacto a través de la mirada.
  • Temor a los cambios.
  • Alteración, disminución o ausencia de la comunicación verbal o no verbal.  (Ausencia del habla, jerga, repetición de frases hechas, modos de hablar sin que ello implique una comunicación con el otro, etc.)
El autismo es un trastorno grave de la subjetivación que impide o dificulta el vínculo social y la comunicación, del cual actualmente no se saben con certeza las causas.

Nuestro abordaje

El autismo es un trastorno grave de la subjetivación que impide o dificulta el vínculo social y la comunicación.

No se sabe con certeza sus causas, sin embargo sabemos  que la detección precoz, el trabajo oportuno y la atención profesional especializada son las  herramientas fundamentales para acompañar al sujeto en inventar una forma singular de tolerar la realidad.

Podemos encontrar rasgos comunes en los sujetos con Autismo pero una mirada sobre lo  singular de cada sujeto nos guía en el camino de la elaboración de un tratamiento particular para cada paciente evitando la reducción del sujeto al diagnóstico o la aplicación de métodos desarrollados para todos igual.